sábado, 28 de mayo de 2016


TRATAMIENTO

Debido a que el alcoholismo es una enfermedad multicausal, su tratamiento debe seguir un enfoque multidisciplinar en el que se integre el trabajo de varios profesionales especializados en la adicción al alcohol. Los tratamientos actuales para alcohólicos no inciden sobre la dependencia, sino sobre el consumo y la decisión de consumir.
Hay varias fases en el tratamiento del alcoholismo y la primera estriba en el reconocimiento de la adicción por parte del paciente. Cuando este deja de beber manifiesta el síndrome de abstinencia, que debe ser tratado adecuadamente y que, dependiendo del grado de dependencia, puede hacer necesario el ingreso hospitalario del paciente. Esta fase se conoce como desintoxicación. En la última etapa del tratamiento, la deshabituación, el objetivo es que el paciente permanezca abstemio durante el resto de su vida.
Todo el proceso terapéutico se basa en intervenciones psicoterapéuticas, psicofarmacológicas y psicosociales, que incluyen: terapia individual o de grupo, programa de prevención de recaídas, farmacoterapia, psicoterapia familiar o de pareja, coordinación con grupos de autoayuda, seguimiento desde atención primaria, atención especializada, servicios sociales, y unidades de internamiento generales, y específicas para la dependencia (UDA).
Los tratamientos conductuales se basan en que la dependencia alcohólica es una conducta adquirida, consecuencia directa de una serie de factores que motivaron el inicio del consumo de alcohol, que en muchos casos también están relacionados con la permanencia del hábito. Por tanto, su objetivo es modificar esta conducta actuando sobre el individuo, con la colaboración de familiares y amigos. La influencia de las redes sociales de apoyo del paciente tendrá un papel crucial en la rehabilitación del alcoholismo.



TEST Y ANÁLISIS

Se hace una historia del consumo crónico o excesivo del alcohol. La historia debe ser obtenida de la familia si la persona afectada es incapaz de contestar a las preguntas. Un examen médico hace posible la identificación de problemas físicos relacionados con el consumo de alcohol.
Un examen toxicológico del nivel de alcohol en la sangre confirma la reciente ingestión de alcohol (lo que no necesariamente confirma un alcoholismo).
También se realizan tests de función del hígado incluyendo GOT, GPT y fosfatasas alcalinas, que se encuentran anormalmente elevadas.
El alcoholismo también puede alterar los resultados de los siguientes tests:
  • ácido úrico.
  • Osmolaridad de orina.
  • Test de suero de magnesio.
  • Cuerpos cetónicos en la orina.
  • Recuento absoluto de eosinófilos.
Pronóstico
El alcoholismo es el mayor problema de salud, tanto social como económico. Está implicado en más de la mitad de accidentes de tráfico y muertes accidentales. Un alto porcentaje de suicidios se cometen combinando el alcohol con otras sustancias, y hay muchas muertes relacionadas con el alcoholismo por las complicaciones relacionadas con la enfermedad. Los programas de tratamiento tienen diferentes resultados, pero mucha gente con una dependencia del alcohol tiene una completa recuperación.


CAUSAS QUE INDUCEN LA ALCOHOLISMO

El alcoholismo es un tipo de drogodependencia.
Hay dos tipos de dependencia en esta adicción: la física y la psicológica. La dependencia física se revela por sí misma, cuando se interrumpe la ingesta de alcohol, con síntomas muy claros como la tolerancia, cada vez mayor, al alcohol y enfermedades asociadas a su consumo.
El efecto directo del alcohol en el sistema nervioso son la depresión, como resultado de la disminución de la actividad, la ansiedad, tensión e inhibiciones. Incluso un pequeño nivel de alcohol dentro del cuerpo enlentece las reacciones. La concentración y el juicio empiezan a empeorar. En cantidades excesivas, el alcohol produce una intoxicación y envenenamiento.
El alcohol también afecta a otros sistemas corporales. Puede aparecer una irritación del tracto gastrointestinal con erosiones en las paredes del estómago debidas a las náuseas y vómitos. Las vitaminas no se absorben bien, y esto ocasiona deficiencias nutricionales en los alcohólicos de larga evolución. También ocasiona problemas en el hígado (cirrosis hepática).
El sistema cardiovascular se ve afectado por cardiopatías. También puede aparecer una alteración sexual causando una disfunción en la erección del pene en el hombre y una desaparición de la menstruación en la mujer. El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar problemas en el desarrollo del feto, produciendo el llamado síndrome fetal del alcohol.
El desarrollo de la dependencia del alcohol puede ocurrir entre los 5 y 25 años siguiendo una progresión. Primero se desarrolla la tolerancia alcohol. Esto ocurre en personas que son capaces de consumir una gran cantidad de alcohol antes de que se noten los efectos adversos.
Después de la tolerancia aparecerán los lapsus de memoria. Más tarde aparece la falta del control de beber, y la persona afectada no puede permanecer sin beber, lo necesita para desarrollar su vida diaria.
El problema más serio de los bebedores son las complicaciones físicas y mentales. Algunas personas son capaces de conseguir un control sobre su dependencia en las fases tempranas antes de la total pérdida del control.
No hay una causa definida del alcoholismo pero hay factores que pueden jugar un papel en su desarrollo. Es más probable el desencadenamiento de un alcoholismo en las personas con algún familiar alcohólico que en otras que no lo tienen. No se conoce la razón, que puede encontrarse en anomalías genéticas o bioquímicas.
Entre los factores psicológicos se incluyen: la necesidad de consuelo para la ansiedad, conflictos en las relaciones personales, baja estima personal, etc.
Los factores sociales incluyen: la facilidad de consumo de alcohol, la aceptación social del consumo de alcohol, estilos de vida de stress, etc.
La incidencia en la dependencia del alcohol está aumentando. Las estadísticas varían pero aproximadamente un 7% de adultos en Europa están afectados.
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IMPACTO SOCIAL


El alcoholismo no está fijado por la cantidad ingerida en un periodo determinado: personas afectadas por esta enfermedad pueden seguir patrones muy diferentes de comportamiento, existiendo tanto alcohólicos que consumen a diario, como alcohólicos que beben semanalmente, mensualmente, o sin una periodicidad fija. Si bien el proceso degenerativo tiende a acortar los plazos entre cada ingesta.
El consumo excesivo y prolongado de esta sustancia va obligando al organismo a necesitar o requerir cantidades crecientes para sentir los mismos efectos, a esto se le llama "tolerancia aumentada" y desencadena un mecanismo adaptativo del cuerpo hasta que llega a un límite en el que se invierte la supuesta resistencia y entonces "asimila menos", por eso tolerar más alcohol es en sí un riesgo de alcoholización.
Las defunciones por accidentes relacionados con el alcohol (choques, atropellamientos y suicidios) ocupan los primeros lugares entre las causas de muerte en muchos países. Por ejemplo, en España se considera que el consumo de alcohol-etanol causa más de 100 000 muertes al año, entre intoxicaciones por borrachera y accidentes de tráfico.9
A su vez, la Secretaría de Salud de México reporta que el abuso del alcohol se relaciona con el 70 % de las muertes por accidentes de tránsito y es la principal causa de fallecimiento entre los 15 y los 30 años de edad. Se estima que 27 000 mexicanos mueren cada año por accidentes de tránsito y la mayoría se debe a que se encontraban bajo los efectos del alcohol. 10
En los accidentes suelen sufrir heridas más graves los conductores que han bebido. Además, el efecto del alcohol en el corazón y la circulación de la sangre reduce las probabilidades de supervivencia en caso de realizarse una intervención quirúrgica de emergencia. Por consiguiente, a diferencia de lo que cree mucha gente, la mayoría de los fallecimientos relacionados con el alcohol corresponden a los propios conductores ebrios, señala un informe del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de Francia. En vista de los peligros, el informe ofrece las siguientes recomendaciones: No beber cuando se vaya a conducir, no subir a un vehículo con un conductor que haya bebido, no permitir que los amigos o familiares conduzcan bajo los efectos del alcohol.

EL ALCOHOLISMO
La dependencia del alcohol (alcoholismo), consta de cuatro síntomas:
  • Ansiedad: una fuerte necesidad o compulsión de beber.
  • Pérdida de control: la incapacidad propia para limitar el consumo del alcohol en cualquier situación.
  • Dependencia física: síntomas de abstinencia como náuseas, sudores, temblores y ansiedad, se presentan cuando se interrumpe el consumo de alcohol después de un período en que se bebió en exceso.
Una dependencia grave puede llevar a la persona a presentar síntomas de abstinencia que ponen en peligro su vida, entre los cuales se encuentran las convulsiones, que empiezan entre ocho y doce horas después de la última bebida. El Delirium tremens (D.T.´s) comienza de tres a cuatro días después cuando la persona presenta una agitación extrema, tiembla, alucina y pierde contacto con la realidad. 
  • Tolerancia: La necesidad de beber grandes cantidades de alcohol para sentirse bien.

Alguien que bebe cada vez más, a menudo dirá que puede dejar de hacerlo en cualquier momento que lo decida; sólo que nunca “decide” hacerlo. El alcoholismo no es un destino,sino un trayecto, un largo camino de deterioro durante el cual la vida se vuelve cada vez más difícil.
La dependencia al alcohol puede resultar de una predisposición genética, una enfermedad mental, el consumo de alcohol abundante, sostenido y abusivo o una combinación de estos factores. Esta enfermedad no solo afecta al adicto sino también la vida de todo aquel que se encuentra a su alrededor. Investigaciones recientes sobre genética y neurociencia han identificado ciertas características genéticas que se cree están relacionadas con la dependencia al alcohol. Los investigadores continúan indagando el vínculo entre la herencia genética y el alcoholismo. Actualmente no existe una posible cura para esta enfermedad, sin embargo muchos alcohólicos se mantienen sobrios por periodos de tiempo prolongados de acuerdo a su voluntad y compromiso para vencer esta enfermedad. Pero es innegable que para que un adicto al alcohol pueda recibir tratamiento y llegar a una posible recuperación, primero tiene que aceptar su condición de dependencia al licor.